La rebelde de LinkedIn

Últimamente paso más tiempo del que considero saludable dando vueltas por LinkedIn.

Pero en lugar de ser algún tipo de adicción o salida rápida ante el aburrimiento, estoy entrando en repetidas ocasiones para ver qué respira el ambiente laboral.

Hoy os traigo el caso de una chica a la que sigo. Llamémosla J. Pero J. con pronunciación americana, que siempre tienen bastante más flow con el tema de las siglas:

Yei.

Bien, pues nuestra amiga Yei ha cursado alguna titulación que, en teoría, parece habilitarla para un puesto de responsabilidad en concreto. Lamentablemente, por lo que estoy siendo capaz de entender por lo que veo, nadie la quiere contratar a pesar de eso.

Lleva años en la misma situación.

Bien, pues lleva meses dedicándose a poner en su post de LinkedIn publicaciones bastante cínicas sobre el sector, las empresas que contratan, sus titulaciones y cosas algo relacionadas con “lo que debería ser y no es”.

Como si la vida le debiera algo por haber estudiado lo que sea.

No voy a entrar en lo poco inteligente que resulta vomitar tus problemitas en una red social que cualquier empleador va a revisar antes de contratarte, sino que voy a enlazarlo con la temática de estos días: mentalidad de crecimiento.

Evidentemente, hay un problema de base para que nadie quiera contratarte después de tanto tiempo buscando y tantas puertas llamadas.

Si leíste el correo del otro día, sobre los estudiantes de laboratorio, podrías llegar a pensar: Bueno, si lo que me estás queriendo decir es que hay que insistir, que siga insistiendo hasta que se muera de hambre.

Ese no es el punto.

Cuando te estás encontrando con puertas cerradas, el planteamiento no puede ser: soy perfecto y los demás son idi0tas. Voy a seguir insistiendo.

El trabajo está en darte cuenta de lo que no estás haciendo correctamente. Hacer una mirada sincera y trabajar en los fallos que uno pueda tener.

Esto es lo complicado de verdad.

Los hermanos Wright tardaron años en conseguir el primer aeroplano que funcional. ¿Te entra en la cabeza que hubiesen estado todos esos años insistiendo con el boceto original sin modificaciones?

¿Por qué te piensas que contigo, como persona, es diferente?

Cuando escuches el mensaje de: sigue insistiendo, lo acabarás consiguiendo, va implícito un camino de crecimiento y mejora. Nadie consigue nada gratis y sin esfuerzo.

Nadie.

Tampoco es gratis adquirir mi libro, he de decir. Pero sigo probando cada día una forma diferente de vendértelo, ¿te has dado cuenta?

Para darme crédito en la variedad del proceso de venta, es aquí.

Nos vemos en la próxima reflexión.

O no.

_{P.D: puedes reenviarle el mail a aquel amigo que creas que le puede venir bien.}

_{P.D.2: si te quedas con ganas de comentar algo, solamente tienes que darle a responder y contarme lo que quieras.}