Sólo unos churros te sacarán del pozo

Si vas a llegar tarde a la entrevista, ya puedes aparecer con churros. 

Aparece con churros y dale una razón de ser porque, si no, tienes muchos puntos de ser descartado solamente por ser un desastre. 

Como persona, tardas 0.1 segundos en generar un prejuicio cuando ves a alguien por primera vez. 

¡Instantáneo!

Una vez generas esa primera imagen de alguien, empiezas a construir a partir de esos cimientos.

Si en tu entrevista de trabajo llegas tarde, te van a colocar inmediatamente en el saco de los mediocres. “Otro que no va a aparecer” u “Otro que llega tarde” va a ser la primera etiqueta que te van a poner en el pecho.

Si quieres tener alguna opción de remontar eso, qué menos que unos churros o una cajita de dulces para adornar el drama y ayudarte a recuperar puestos.

Puede parecer una tontería, pero esta primera impresión va a contar casi lo mismo que el tema del mail de mañana: No la cagues.

Si consigues una buena impresión en el primer minuto, tu foco puede girar entorno a no cagarla en la conversación venidera. De lo contrario, te verás forzado a transmitir algo sensacional que camufle las primeras malas impresiones. 

Con este tema, no me voy a andar con florituras.

No hay mejor forma de que entiendas que ser puntual es obligatorio. 

Todas las explicaciones que te dé a partir de ahora van a servir lo mismo que las excusas que des cuando llegues tarde:

Nada.

Cero.

0.

Nos vemos en la próxima reflexión. 

O no. 

P:D: dale al botón de responder si quieres comentar alguna situación similar que hayas vivido.
P.D.2: si te has unido ahora para la cadena de mails laborales, dímelo y te envío los tres anteriores.