Un Manolo te enseña la mejor forma de afrontar el trabajo

Hay una práctica común en los deportes de alta competición que, si se aplica al mundo personal o profesional, te va a hacer destacar de lejos.

Esto te viene bien si quieres tener éxito allá en lo que hagas. Y es una forma de trabajar que se la escuché a un padre en una cancha callejera. 

Y ya sabes que hoy, al final, encuesta para la temática de la semana que viene.

Tengo que empezar contándote que el otro día estaba paseando al perro por la noche a mi querido perro. 

Por la noche Armin (mi perro) se vuelve un poco más macarra de lo habitual, por lo que me obliga a ir tomando rutas alternativas para no cruzarme con sus archienemigos.
Que tiene demasiados, he de decir. 

Bueno, pues en este paseo alternativo, fui bordeando una cancha de baloncesto municipal. 

Es una cancha vieja. Está desolada, al lado de un cementerio.

Uno va ahí cuando quiere entrenar solo. Cuando quiere hacer esos entrenamientos de “1.000 lanzamientos a canasta” y no estar pensando en un montón de gente alrededor. 

La cosa es que había un hijo y su padre.

El hijo, adolescente. El padre, típico que ha jugado al baloncesto y le gusta hacer de coach.

Ojo, porque aquí va toda la mandanga del mail.

Se lo dijo el padre a su hijo, eh. No estamos hablando de un míster de la NBA. “Manolo”, de Madrid.

• Vamos a ver, no puedes tirar así y ya. ¿De qué sirve?

• Pero ha entrao’…

• Ha entrao’, como podía no haber entrao’. Si llegas y haces así — tira a canasta imitando al hijo —, la puedes meter. Pero no más.
  Tienes que… — inicia la carrera, se para para encarar canasta — y… — lanza. El balón entra en canasta —. Puede entrar o no entrar, pero si haces lo mismo siempre, puedes practicar e ir mejorando. De la otra forma, vas a lo loco.

Lo que le estaba intentando explicar a su hijo es oro puro. 

Está muy bien que inviertas miles de horas y esfuerzo en algo pero, si no lo estás haciendo con un método, con un por qué y con una revisión de cómo van las cosas, estás tirando todos tus recursos a la basura. 

Esto lo saben todos los grandes atletas, que trabajan cientos de horas para pulir pequeños detalles, que acaban aportando a un bien común. 

Esto lo sabe también un Manolo cualquiera que enseña a su hijo. 

Ahora lo sabes tú también. Es hora de que revises lo que estás haciendo y te preguntes:

“¿Estoy encarando la canasta o simplemente estoy lanzando a lo loco?”

Chao!

_{P.D: esto es una migajilla con lo que se cuenta en [libro]. Esto solamente lo sabrán los que están en la parte pro. Únete antes de que se te pase el tren.
P.D.2: bueno, o cómpralo tú en otro momento por más del triple de dinero. No seré yo quien juzgue las finanzas ajenas.}

Si has llegado hasta aquí abajo, es que te mola el rollo. Deja aquí tu mail y lo hacemos todo más easy.