Un camarero que sabe

Y miles de comerciales haciendo el capull0

Hoy te traigo un nuevo consejito que te puede parecer tan obvio, que cierres el mail. 

Y, aún así, casi nadie está ejecutándolo bien. 

Puedo contártelo de mil millones de maneras diferentes y seguro que encuentras la forma de pensar: 

Eso no aplica en mi caso. 

Pues te lo traigo en la versión camarero, espabilao

Como ya sabes, hace poco estuve en Las Palmas de vacaciones. Estuve disfrutando un poquito de ese clima tropical que se me lleva negando durante años cada vez que voy.

La cosa es que me encanta comer. Y me encanta ir a sitios nuevos a comer. 

Una vez superados los lugares típicos donde van los guiris a cometer el acto de la degustación culinaria, me gusta ir descubriendo sitios nuevos y, sobre todo, autóctonos. 

Bien, pues cuando empiezas a ir a estos sitios, te encuentras una gran oferta de pescado de la zona que, si vieras los nombres, te quedarías flipando. 

No conozco uno. 

Y aquí entra el buen vendedor y el consejo de ventas que te prometí. 

Un camarero medio avispado, detecta rápidamente que el comensal que tiene delante no es de la zona. 

Y saca sus mejores galas a relucir. 

¿Conoce los pescaitos de la zona?

Pues la verdad es que no

Mire, de todos los que hay…. Y comienza a explicarme cómo es cada pescado y cómo viene acompañado. 

Me ha hablado en mi idioma. 

Esto es lo que tienes que hacer siempre que estés delante de una persona y le quieras vender algo. 

No solamente bajó a tierra todos esos nombres raros, sino que aprovechó el quiebro para explicarme cómo venían acompañados y cuáles eran los favoritos.

¿Cuál acabé cogiendo?

El más f0cking caro. 

Tal vez pienses que ya lo estás haciendo o que no es necesario, pero te dejo esta reflexión:

Si viene tu abuela a contratar tu servicio, ¿te entendería si lo explicas como lo haces normalmente?

Sobre este mismo tema, he grabado una masterclass especializada en centros de Crossfit que, por ahora, es gratis. 

Está dedicada a ese sector, pero la base se extrapola a cualquiera. 

Nos vemos en la próxima reflexión.

O no. 

P.D: puedes reenviarle el mail a aquel amigo que creas que le puede venir bien
P.D.2: si te quedas con ganas de comentar algo, solamente tienes que darle a responder y contarme lo que quieras.