Espero que ligues mejor que buscas empleo

¿Has visto alguna vez la red social de la típica muchacha guapísima que tiene muchísimos seguidores?

Si alguna vez tienes la ocasión de verlo (o de serlo), fíjate en la bandeja de entrada. 

Está siempre a reventar. 

No faltan muchachos que intentan llamar la atención con algún comentario estúpido.

O un fueguito al descui.

La cosa es que, entre tanto input que reciben las muchachas, lo más normal es que tu mensaje caiga en el olvido. 

O peor, que lo lean y no te contesten. 

Eso mismo pasa con los reclutadores de trabajo. 

Últimamente he estado hablando con bastantes y, perdóname que te diga, pero imagínate por un momento su jornada laboral. 

8 horas al día viendo currículums, redactando ofertas de empleo y teniendo entrevistas.

De lunes a viernes. 

Tu currículum con bulletpoints del word se lo miran en 0,2 segundos y se va a la carpeta de archivados. 

Con los pervertidos de su Instagram. 

¿Cómo llamar su atención entonces?

Haciendo una carta donde te vendas en condiciones.

Copywritting lo llaman ahora.

Mira, tenemos que entender esto de la búsqueda de empleo como una relación de venta. Una relación de intereses. 

Aquí, tu labor consiste en venderte a ti mismo.

Lo primero que hacemos cuando queremos vender a alguien, es investigarle a fondo. Saber no solamente qué quiere comprar, si no por qué y para qué. Con la empresa, tienes que hacer lo mismo.

¿Qué funciones va a solventar el puesto? ¿Qué valores tiene la empresa? ¿A qué dan importancia? ¿Hay artículos en internet donde salgan presumiendo de algo? ¿Tienen un plan público para 2030, como llegar a las 1.000 tiendas? 

Mucha información aparecerá en la propia oferta de trabajo o su página web, pero deberías dedicarle algo más de tiempo a entender bien dónde te estás intentando meter. 

Una vez lo tengas todo, el siguiente paso es la venta. 

En una venta escrita, no hay interacción con el cliente (empresa contratadora), así que te tienes que jugar todas las balas a un sólo escrito. 

Un texto que satisfaga sus necesidades y tumbe las objeciones que pueden surgir ante tu currículum.

Este texto, lo tendrás que incorporar previo al c.v., en lo que comúnmente se llama “Carta de presentación”.

Una carta de presentación no es que redactes un texto contando lo guapo que eres y sea la misma carta de presentación para todas tus candidaturas. 

Esa carta debe ser única para cada puesto al que aplicas. Debes de contarles por qué eres el indicado para ese puesto usando el texto que han puesto en su oferta de trabajo y lo que has averiguado por internet. 

¿Es más trabajo?

Sí. Pero nadie da churras por merinas, me decía mi abuelo. 

Ahora la pregunta es: ¿Cómo formular esa carta? 

Nos vemos en la próxima reflexión. 

O no. 

P.D: si necesitas que te eche un cable con alguna oferta que tengas entre manos, simplemente contesta al correo.